sábado, 31 de diciembre de 2011

Abdón Porte, morir por Nacional

Abdón Porte puede ser considerado seguramente, como el más fiel exponente de esta sección que elegí llamar “Morir por los Colores”. Al fin y al cabo, se trata de uno de los pocos ejemplos, el único que conozco hasta el momento, en el que el protagonista no sólo deja la vida por el club con el que se siente identificado, sino que además lo hace totalmente consciente de cual es el papel que “le toca”, y no producto del azar o la mala fortuna.

Porte nació en la ciudad de Libertad, departamento uruguayo de Durazno, presumiblemente en la última década del siglo XIX, aunque no hay datos certeros. Desde muy chico fue conocido por sus vecinos como “el indio” por sus constantes travesuras en terrenos del barrio que no invitaban demasiado a adentrarse en ellos. Al mismo tiempo, en uno de los tantos baldíos de la zona, comenzó a demostrar sus habilidades para el fútbol, que en aquel tiempo tenían mucho que ver con la técnica y la personalidad, más que con lo físico.

Porte llegó a debutar en Primera en el Colón Fútbol Club, que por aquel entonces era uno de los conjuntos más sobresalientes de Montevideo y ahora se encuentra en la Tercera División local. Esto sucedió en 1910, y sus actuaciones fueron de tan alto nivel, que a los pocos meses fue llamado para incorporarse a Libertad, también de de la capital uruguaya, y antes de finalizar el año, Nacional, el gigante del Río de la Plata, aún en ciernes, llamó a su puerta.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Juan Eduardo Hohberg, el goleador que volvió de la muerte

Nacido en el pueblo argentino de Alejo Ledesma, en la provincia de Córdoba, el 19 de junio de 1926, este hombre de apellido y fuerza en el campo de juego, heredados ambos por parte de su padre, un trabajador del campo alemán, fue un destacado delantero que supo brillar en el fútbol sudamericano, y que, representando a su tierra por elección, Uruguay, protagonizó una de las imágenes más escalofriantes que se recuerdan de las Copas del Mundo.

Como la mayoría de los jóvenes que por ese entonces querían dedicarse, aunque no sea profesionalmente al fútbol, Hohberg encontró su lugar en el mundo en las divisiones juveniles del club Central Córdoba de Rosario, donde curiosamente comenzó desempeñándose como portero, y para colmo, siendo suplente en varios de los campeonatos de menores que se llevaban a cabo en las afueras de la ciudad.

Justamente en uno de estos partidos, faltó uno de sus compañeros y no le quedó más remedio que jugar como centrodelantero, teniendo la suerte de convertir dos goles y siendo la figura del enfrentamiento. Fue así que desde la sexta división hasta la segunda, reserva, continuó en este rol de atacante, logrando hacerse un nombre a nivel local, y teniendo la oportunidad de pasar a uno de los grandes del interior argentino, Rosario Central, en 1947.

domingo, 25 de diciembre de 2011

Evelyn Lintott, un verdadero héroe

Evelyn Henry Lintott, nacido el 2 de noviembre de 1883, fue hijo de Arthur Frederick y Eleanor Lintott, utilizando su apellido materno por cuestiones administrativas. Se crió en el mismo barrio donde había llegado al mundo, Godalming. En su juventud, concurrió como la mayoría de los chicos del barrio de Hazelville, al St. Luke's College; y mientras estudiaba allí, comenzó a despuntar en el vicio del fútbol, que desarrollaba religiosamente primero en el Woking y luego en el Plymouth Argyle, ambos de la Liga del Sur.

Aunque provenía de una familia acomodada, su amor por el fútbol siempre había sido desinteresado, y de hecho, nunca llegó a ser un deportista profesional. No obstante, cuando en 1906 la Federación Inglesa comenzó a organizar encuentros amistosos entre aficionados de todo el país, Lintott fue elegido para jugar como titular en el centro del campo británico, compartiendo plantel con el mismísimo Vivian Woodward.

Su primer participación en una gira fue ese mismo año. Inglaterra voló con sus representantes a Francia, y vapuleó a los locales por 15 a 0. Fue una demostración infernal del poder del equipo, y sobre todo de Woodward, que anotó ocho de los goles. Lintott no convirtió, pero fue destacado por los presentes como uno de los mejores futbolistas del encuentro, claramente por encima de la media a la que estaba acostumbrados.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Willie Thornton, el soldado del Rangers

Este futbolista fue uno de los más grandes ídolos del Rangers de Escocia mientras este conjunto reafirmaba su posición de hegemonía en la Liga local en las décadas del ´30, 40´y ´50, siendo más precisos al afirmar que debutó en 1936, para retirarse en 1954, habiendo utilizado únicamente la camiseta azul del conjunto de protestante de Glasgow. En ese tiempo disputo 433 encuentros, anotando 254 goles, pero su historia dice mucho más que eso.

Es que Thornton, nacido el 3 de marzo de 1920, fue un adolescente sumamente precoz en el plano deportivo, que a los 16 años había debutado no sólo en la Reserva sino también en el primer equipo del Rangers, cuando una decena de equipos locales se peleaban por sus servicios, principalmente el Hearts, que lo había estado siguiendo de cerca en su temprana adolescencia.

Su elección por el Rangers, no obstante, se debió en buena parte a la intervención de Jimmy Thornton, ni más ni menos que su hermano mayor, un gran fanático de los “Gers”, y al enterarse de las intenciones del Hearts, no dudó un segundo en arreglar una prueba del pequeño Willie con el entonces entrenador del club Bill Struth. Diez minutos bastaron para convencerlo, y fue firmado por el gigante escocés ese mismo día.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Osei Kofi, bastión de los futbolistas ghaneses

Osei Kofi es un ex futbolista ghanés, probablemente uno de los más grandes que dio este país junto a hombres como Abédi Pelé. Desarrolló la mayor parte de su carrera en el conjunto local del Asante Kotoko, el club más importantes a nivel local, con el que se consagró campeón de varias ediciones de la Liga de Ghana, además de torneos menores como la Copa de la Liga.

Kofi fue un futbolista extremadamente hábil, sobre todo en consideración de la escasa preparación técnica que podía tener un deportista africano por ese entonces. Su calidad individual, y facilidad para el regate, logró que le apodaran de muchas formas, como “wizard dribble”, “el hombre de las cuatro piernas”, o “el hombre orquesta”, en consonancia con su gran variedad de regates.

Él mismo recuerda hasta el día de hoy aquellos días en los que comenzaba su carrera, y las giras realizadas por Europa, en las que no les daban dinero más que para la comida, y muchas veces terminaban jugando descalzos. Tampoco olvida, consultado por la Jabulani, cuando se desmayaban al cabecear las viejas pelotas de cuero mojadas. Agrega, además, que la técnica innata de los ganheses tiene que ver con que las danzas locales involucran mucho a los pies, más que en otras tradiciones de distintas partes de África.

martes, 20 de diciembre de 2011

Canhoteiro, el Garrincha de la izquierda

Así como el “trinche” Carlovich era uno de los ídolos de Maradona en su juventud, junto con Ricardo Bochini; cuando a Pelé le preguntaban por sus futbolistas admirados de la infancia, no dudaba en señalar a dos: Zizinho, y Canhoteiro. Aunque el primero pasó a la historia grande gracias a su estadía en el Flamengo, y el haber sido uno de los mejores jugadores del Mundial de 1950 en su país, del otro sabemos poco y nada, hasta ahora.

Nacido bajo el nombre de José Ribamar de Oliveira, Canhoteiro llegó al mundo en la ciudad de Coroatá, el 24 de septiembre de 1932, y aunque apenas llegó a medir 1.68 metros de altura, o tal vez a raíz de esta cualidad, y su eje de movimientos cercanos al suelo, se mantuvo durante la mayor parte de su carrera en la posición de extremo izquierdo, destacando por una habilidad descomunal para sacarse rivales de encima. Su apodo lo retrata: “El Garrincha de la Izquierda”.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Bernard Vukas, el Maradona croata

Aunque Croacia declaró su independencia el 25 de junio de 1991, diversos deportistas habían representado sus tierras cuando pertenecía a Yugoslavia. Entre ellos el nombre de Bernard Vukas destaca a simple vista por haber sido escogido como el más grande entre los grandes atletas croatas de todos los tiempos.

Vukas, nacido el 1 de mayo de 1927 en Zagreb comenzó su carrera en el club local Concordia, conjunto al que ingresó con apenas 11 años, cuando uno de los empleados del mismo le vio jugando en las cercanías de su casa junto a sus amigos. Durante su temprana adolescencia, su progreso fue meteórico, mostrando una exquisita técnica en todo el frente de ataque, pero sobre todo al volcarse sobre el sector izquierdo del terreno.

Una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, fue transferido aunque en un monto menor, al conjunto del Amater Zagreb, donde estuvo sólo una temporada, sirviéndole igualmente como trampolín para llegar a la elite del fútbol yugoslavo, con sendos pases al NK Zagreb y el Hajduk Split, en 1946 y 1947. Para entonces ya era conocido cariñosamente como “Bajdo”.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Eurico Lara, morir por el Gremio

La historia de Eurico Lara, nacido el 24 de febrero de 1897, es una de las más espectaculares de las que se han sucedido en Brasil, y esto dice mucho si consideramos a este país efectivamente como uno de los que más tradición posee en torno al deporte rey. Su vida, emparentada en iguales proporciones al Gremio como al ejército de su nación, fomentan una leyenda, que hoy sigue viva en el himno del club.

Nacido en la ciudad de Uruguaiana, este hombre conoció el fútbol y se hizo fanático del mismo cuando comenzó a disputar encuentros defendiendo al equipo del ejército local, su primera pasión. Por aquel entonces, las crónicas en Porto Alegre, la ciudad brasileña importante más cercana, hablaban de un portentoso arquero, el cual salvaba constantemente a su conjunto de las derrotas gracias a sus grandes intervenciones.

Los dirigentes del Gremio no tardaron demasiado en oír los comentarios de quienes habían visto “in situ” a Lara, y por eso enviaron un ojeador hacia Uruguaiana para que captara sus propias impresiones, y les diera su aprobación para realizar la contratación. Sin embargo, luego de sorprender a esta persona con sus actuaciones, Eurico también le sorprendería al manifestarle que no tenía ningún interés en trasladarse de su ciudad para ir a jugar al Gremio.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Willie Johnston, un tipo especial

El nombre de Willie Johnson saltó a la fama durante el Mundial de 1978, cuando luego del enfrentamiento entre las selecciones de Escocia y Perú, aquel fino mediocampista fue mandado a su casa de nuevo por haberle dado positivo el control antidoping, en este caso por consumo de una sustancia denominada “Reactivan”, pero más allá de eso, las vicisitudes que marcaron su carrera fueron las propias de un tipo distinto, que deslumbró a quienes más cercanos a su locuras fueron.

Comenzando por el principio, debemos decir que Willie comenzó su carrera en el Rangers de su país, jugando casi siempre como extremo izquierdo, y en este club desarrolló buena parte de la misma, aunque algo alejado del sello distintivo de paranoicas acciones que lo caracterizarían cuando ya era un futbolista consolidado.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Alexandre Villaplane, el medio del terror

Nacido en Argelia, el 12 de septiembre de 1905, Alexandre Villaplane puede ser considerado seguramente como el futbolista con la trayectoria más cuestionable fuera de los terrenos de juego. Habiendo sabido ser un líder para su país de representación, Francia, supo ser uno de los más fuertes aliados nazis una vez retirado. Su historia, digna de mención.

Villaplane, mediocampista durante su carrera, había jugado profesionalmente en los equipos de Sete, Nimes Olympique, Racing Club, FC Antibes, y Niza, entre los años 1921 a 1934, siendo uno de los jugadores más destacados de Francia en estas décadas y, de hecho, el capitán del seleccionado galo que concurrió al primer Mundial de la historia, el de Uruguay 1930. Su personalidad avasallante era la clave de su dominio en el terreno, que había demostrado, aunque sin éxitos deportivos, en los Juegos Olímpicos de 1928.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Sailen Maná, orgullo indio

Sailendra Nath Maná, nacido el 1 de septiembre de 1924, es uno de los futbolistas indios más importantes de la historia. Su valor radicó especialmente en haber sido un gran referente para sus compañeros, y haber deslumbrado en un momento de su país en el que apenas podía considerarse seriamente la posibilidad de dedicarse a un deporte como medio de vida.

Luego de graduarse en el Colegio Surendranath, afiliado a la Universidad de Calcuta, Maná entendió que su gran pasión estaba dentro de los terrenos de juego, y por eso se enlistó en el modesto Kolkata, un club de divisiones menores, en el que jugó de sus 16 a 18 años con gran éxito, lo que le permitió ser traspasado al Mohun Bagan, una de las instituciones deportivas más importantes de su país, donde jugó por 18 temporadas, hasta su retiro en 1960.

Lo interesante del caso, es que durante una gran cantidad de temporadas, concretamente entre 1950 y 1955, ejerció como capitán no sólo de su equipo, sino también del seleccionado de la India, aunque allí lo era anteriormente ya. Sus grandes atributos eran la anticipación, su capacidad de mando y visión del juego desde el fondo de la cancha, y sus potentes tiros libres, además de una mentalidad de competencia europea, que lo alejaba de cualquier otro jugador destacado técnicamente de su tierra.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Evald Tipner, la piedra filosofal del fútbol en Estonia

Poco y nada se sabe del fútbol estonio antes de la Segunda Guerra Mundial, pero de lo que ha llegado hasta nuestros oídos, si hay un deportista que no podemos dejar de mencionar, ese es Evald Tipner. Portero, una verdadera estrella no sólo de los campos de juego sino de la sociedad de su época, supo ser uno de los símbolos del deporte naciente en una nación que a más de cien años de su nacimiento, aún lo recuerda.

Antes que nada Tipner no nació en una familia cualquiera aquel 13 de marzo de 1906. Aunque su padre tenía un oficio común, como el de carnicero, su madre había sido elegida reina de la belleza de Tallín en su juventud, y por ese motivo, eran bastante conocidos en el pueblo. Sin embargo, al fallecer su madre en 1915 a causa de unos pulmones débiles, su hermana debió hacerse cargo de su crianza, dejando de lado su carrera de bailarina reconocida a nivel internacional.

Al estallar la Primera Guerra Mundial, los Tipner debieron trasladarse al barrio de Narva, donde su padre volvió a casarse, y en 1919, con 13 años, el ingresó a jugar en un club local, dado que el fútbol le apasionaba, y era una forma de distraerse de la dura situación familiar. A las dos temporadas, ya era uno de los juveniles más destacados de toda la región de Tallín.