sábado, 5 de noviembre de 2011

Teodor Peterek, fidelidad al Ruch Chorzow

Apodado durante su carrera como “Teo”o “Mietlorz”, Peterek nació el 7 de noviembre de 1910 en la ciudad por entonces alemana de Swietochlowice, siendo uno de los más destacados representantes del fútbol de entreguerra en Polonia. De hecho, fue una de las localidades que más sufrió el paso de ambos ejércitos en esta contienda bélica.

En 1922, el gobierno de Swietochlowice, realizó un plebiscito en el cual poco más de la población de la ciudad prefería seguir perteneciendo a Alemania, pero ante las presiones de los sectores más adinerados, la misma pasó a formar parte de Polonia a los pocos meses, por lo que Teodor comenzó su carrera en el Slask local, a mediados de 1925, que ahora jugaba la liga polaca.

Sus actuaciones en este equipo fueron tan notables, que antes de cumplir 18 años, fue transferido al Ruch Chorzow, uno de los equipos más fuertes del país, donde debutaría recién al año siguiente, ante el LKS Lodz, y anotando justamente un gol en esa primera actuación. 
 
A partir de allí, ayudó a este conjunto a dominar la escena del fútbol polaco en los años siguientes, ganando las Ligas locales de los años 1933, 1934, 1935, 1936 y 1938, y siendo goleador en dos de esas ocasiones. Pero en 1939 todo cambiaría, ya que la ciudad fue anexada a Alemania por las tropas hitlerianas, y a partir de allí el equipo pasaría a ser llamado Sport-Verein Bismarckhuetter, y el mismo comenzó a ser llamado como ”Theodor”, la variedad teutona de su nombre.

Esto fue así hasta 1942, cuando fue reclutado, sin posibilidades de elegir, para el ejército alemán, conocido como “Wehrmacht”, donde permaneció dos años, hasta que fue capturado por el ejército aliado, que le envió a integrarse a las tropas polacas, y con motivo de este traspaso, regresó a la práctica profesional del fútbol, representando al equipo de las fuerzas polacas, en el que disputó 88 encuentros amistosos.

El Ruch Chorzow, en 1931. Peterek, el quinto parado.
Una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, Peterek permaneció en territorio francés hasta 1947, cuando se decidió a regresar a su país, defendiendo nuevamente, y como no podía ser de otra manera, la camiseta del Ruch Chorzow, que había recuperado su identidad. Allí se reencontró con dos de sus grandes compañeros en un terreno de juego, Gerard Wodarz y Ernest Willimowski, con quienes conformó una de las mejores delanteras del fútbol de Polonia en su historia.

Al mismo tiempo, defendió la camiseta de su país en 12 encuentros, anotando seis goles, uno de los cuales le convirtió a Alemania en su despedida de la misma, el 18 de septiembre de 1938, en una derrota por 4 a 1. También fue famosa su ambición por lograr la victoria siempre, y las anécdotas cuentan que una vez arrojó barro en la cara a un arquero que le había detenido un penal. En cualquier caso, una de las historias que se tejen en torno a otro de los futbolistas que vieron como su vida cambió al ritmo de la Segunda Guerra Mundial.

2 comentarios:

  1. Polonia se vio muy afectado por Alemania en la segunda guerra mundial, y también la selección germana le ha quitado grandes jugadores como Klose o Podolski por nombrar los más recientes.
    Saludos

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  2. Como bien decís, probablemente Polonia haya sido el país que mas transversalmente se vio afectado por el proceder de las tropas hitlerianas durante la Segunda Guerra... la cantidad de historias que encierran estos dos elementos al encontrarse son innumerables...

    Saludos

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